El mundo de los videojuegos es apasionante, y cada día existen nuevos títulos que sorprenden a nivel gráfico y jugabilidad. En este caso, muchos optan por comprar una portátil gaming, ya que se puede transportar a cualquier lugar. Ahora bien, es importante analizar las desventajas de las laptops gamer antes de decidirse por ellas.
Las computadoras portátiles diseñadas para videojuegos son mucho más costosas que los equipos de sobremesa, e incluso que las mismas laptops convencionales. También son más frágiles, tienen una menor vida útil y es más complicado hacer reparaciones.
Por supuesto, hay muchos matices envueltos, así que hay que analizarlos uno por uno para identificar cuál es la mejor elección.
¿Son malas las laptops gamer?
Las portátiles gamer no son dispositivos de mala calidad, ni mucho menos. Al contrario, se caracterizan por tener un buen rendimiento y por ello se han convertido en uno de los dispositivos más vendidos del mercado. Asimismo, gracias a sus características compactas y ligeras, es posible llevarlas a cualquier lugar.
Por otra parte, con el avance de la tecnología también se han optimizado sus componentes para que tengan un buen rendimiento. No obstante, siguen siendo equipos que, en comparación con una computadora de sobremesa con características parecidas, tienen diversas desventajas.
Desventajas de las laptops gamer a evaluar antes de comprar
Si desea adquirir una laptop gaming, es importante que analice detalladamente todos los aspectos involucrados. De esta manera, no se va a topar con sorpresas ni se arrepentirá por su elección.
Tenga en cuenta los siguientes inconvenientes:
1. Precio elevado
Posiblemente esta sea una de las desventajas más evidentes de las portátiles para videojuegos. Simplemente el hecho de que tengan características compactas y de fácil transporte aumenta su precio notablemente. Un ordenador de sobremesa con prestaciones idénticas puede costar un 20% y hasta un 30% menos.
Si usted está corto de presupuesto y quiere un equipo gaming con buena relación calidad/precio, es poco probable que lo encuentre en una laptop. Es preferible que se decida por una computadora de sobremesa.
2. Personalización nula
Cuando va a comprar una computadora de escritorio, puede elegir los componentes que sean de su agrado. Hay numerosas opciones de procesador, tarjetas madre, tarjetas de video, memorias RAM, unidades de almacenamiento, entre otros.
Aunque es posible elegir entre varios ejemplares de laptops, hay que conformarse con la configuración que viene de fábrica. Los compradores no tienen la posibilidad de elegir los componentes específicos para su computadora.
3. Mismos componentes, menos potencia
Una laptop puede estar equipada con las mismas piezas que un ordenador de sobremesa, pero en su versión para portátiles. Estos componentes, a pesar de llevar el nombre homónimo, generalmente se modifican para tener el tamaño adecuado para instalarse en una computadora portátil. Como resultado, se tiende a sacrificar en algunos aspectos.
Por ejemplo, existen portátiles con tarjetas gráficas RTX 3070, pero eso no significa que posean el mismo rendimiento que una RTX 3070 para escritorio. Si se fija en su estructura, construcción y diseño, la versión para portátil es mucho más pequeña y con una potencia inferior para evitar que caliente y consuma mucha energía.
4. Dificultad en las reparaciones
Reparar una laptop es muy complicado, especialmente cuando se daña alguno de sus componentes más importantes. Hay que recordar que gran parte de estos equipos traen las piezas soldadas a la tarjeta madre. Entonces, si se daña el procesador, la memoria RAM o una unidad de almacenamiento, no es posible hacer una sustitución individual.
En ocasiones, hay que cambiar todos los componentes para poder seguir utilizando la portátil, o en este caso su pantalla y periféricos, que sería lo único que quedaría tras hacer la sustitución.
Sí es posible arreglar la máquina, pero generalmente la inversión no merece la pena en comparación con adquirir un equipo nuevo. Además, si tiene presente que de por sí estas portátiles son más caras de lo habitual, significa un gran impacto para el presupuesto.
5. Se quedan obsoletas más rápidamente
Es un aspecto relacionado con el anterior, porque al no poder sustituir las piezas, inevitablemente habrá que comprar una laptop nueva en el futuro. Las computadoras de escritorio admiten el reemplazo de piezas para actualizar el equipo a lo que demandan las generaciones actuales.
Por ejemplo, en un ordenador gaming se puede ampliar la memoria RAM, cambiar la tarjeta gráfica o sustituir el procesador por uno más nuevo. En la mayoría de los casos, esto no es viable en una laptop, así que probablemente quede desfasada en menos tiempo.
6. Son más incómodas
Si usted acostumbra a jugar bastantes horas al día, necesita estar frente a un equipo cómodo y ergonómico. En vista de que las computadoras portátiles son más pequeñas, existe la tendencia a tomar malas posturas, lo que deriva en dolores de espalda y problemas en las articulaciones.
Del mismo modo, la pantalla es más reducida, así que quizás le cueste visualizar todo el contenido de una forma óptima.
7. Su peso es más elevado
Si compara una portátil gaming con un modelo convencional, se va a dar cuenta de que su peso aumenta notablemente. Aunque de igual manera se puede llevar a donde quiera, su transporte es un poco más complicado, así que en cierta medida se disminuye esa característica de portabilidad.
8. Menos batería
La batería siempre ha sido uno de los aspectos que más ha dado de qué hablar en las computadoras portátiles. Si bien es cierto que se ha mejorado esta característica en los últimos años, todavía no es su punto más fuerte. Por si fuera poco, una laptop gaming consume mucha más energía que un modelo convencional.
Sus componentes son más potentes, cuentan con más periféricos y generalmente hay inclusión de luces RGB que directa o indirectamente merman la autonomía de la batería.
9. Son más ruidosas
Para poder mantener el equipo en las temperaturas adecuadas, se requiere de un buen sistema de ventilación. Por consiguiente, se añaden más ventiladores a estos equipos, lo que aumenta significativamente su nivel de ruido. Es verdad que hay modelos más silenciosos que otros, pero también máquinas que parecen una locomotora.
10. Se calientan más
A pesar de que las laptop gamer disponen de más ventiladores, no significa que siempre se mantengan en frío. Estos componentes lo que hacen es disipar el calor excesivo, pero siguen siendo máquinas que calientan más que un ordenador de escritorio.
Es cierto, si sólo juega de forma ocasional o un par de horas al día no habrá ningún problema. Sin embargo, si va a jugar de forma intensiva, es preferible hacerlo en una computadora con un mejor sistema de refrigeración, sobre todo si donde usted vive la temperatura es algo elevada.
11. Mayor fragilidad
No es un secreto que las computadoras portátiles son más frágiles que los equipos de escritorio. En el mismo sentido, al transportarlas de un sitio a otro, existen más riesgos de que ocurran caídas o accidentes. Si una laptop se golpea, es probable que sufra daños, especialmente en la pantalla.
¿Merece la pena comprar una laptop gamer?
Tras analizar todas las desventajas de una computadora portátil gaming, quizás sienta algunas dudas a la hora de comprar uno de estos equipos. Aun así, debe tener en cuenta que se han seleccionado estas desventajas en contraste con un equipo de sobremesa.
Sí tiene que elegir entre una computadora de escritorio y una laptop para jugar en su casa, una PC siempre será la mejor opción. Es más fácil de reparar, es posible de actualizar, el mantenimiento es sencillo y su rendimiento es más satisfactorio, sin olvidar que el precio también resulta más accesible.
En cambio, si viaja con frecuencia o es un estudiante que va de un sitio a otro y requiere portabilidad, una laptop gaming se convierte en una excelente compañera. Eso sí, no espere el más alto desempeño, mucho menos si no cuenta con mucho dinero, pero los momentos de diversión están garantizados.