¿Qué es más importante, la RAM o la tarjeta gráfica?

Contar con una computadora con buenas prestaciones es indispensable para ejecutar programas y aplicaciones pesadas, como software de diseño o videojuegos. Ahora bien, es posible que usted se pregunte qué es más importante: la RAM o la tarjeta gráfica.

Tanto la memoria RAM como la tarjeta de video son componentes esenciales para disfrutar de una PC con un buen rendimiento. Son piezas que cumplen con una función diferente, y por ello son complementarias. Claro está, en función del uso que se vaya a dar a la máquina, habrá que prestarle más atención a una u otra.

En este artículo analizaremos todo lo necesario para armar una computadora equilibrada y que sirva para ejecutar todo lo que le haga falta.

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Memoria RAM vs tarjeta gráfica

Muchos principiantes en el mundo de las computadoras se preguntan qué es mejor: una buena memoria RAM o una buena tarjeta de video. En realidad, si usted busca un desempeño satisfactorio en su máquina, resulta primordial que los dos componentes sean potentes.

Por otra parte, también existe cierta confusión con las funciones que cumple cada una de estas piezas. Lo que sí es cierto es que de poco sirve mucha memoria RAM sin una tarjeta de video de calidad, en caso de que tenga que abrir aplicaciones pesadas o videojuegos.

De la misma manera, una gran tarjeta de video no podrá ejercer sus funciones si el ordenador no dispone de la cantidad de memoria RAM adecuada.

¿Para qué sirve la memoria RAM?

RAM son las siglas de memoria de acceso aleatorio, y consiste en una memoria que almacena información volátil en su equipo. Es decir, que todos los datos relacionados con un programa o un videojuego se guardan de forma temporal en esta memoria mientras el procesador ejecuta sus instrucciones.

Entonces, cuando usted abre un programa, sus datos se almacenan en la RAM, pero son eliminados una vez que cierra ese programa. Tener una alta cantidad de memoria RAM le otorga más espacio para usar múltiples programas en simultáneo.

Ahora bien, una cantidad excesiva de memoria no hace que la computadora sea más rápida, sino solamente que posea más espacio de almacenamiento volátil. Lo que influye más en la rapidez del ordenador es la latencia y la frecuencia de la RAM, al igual que el resto de los componentes de la PC.

Por otro lado, hay circunstancias en las que sí es apropiado tener una cantidad extra de memoria RAM, como por ejemplo en computadoras con procesadores que incorporan una tarjeta gráfica integrada. De esta manera, el CPU puede usar esta memoria RAM sobrante para dedicarla a su sección de video.

Por supuesto, los resultados no serán igual de satisfactorios que al contar con una tarjeta de video dedicada.

¿Influye la memoria RAM en las aplicaciones?

La influencia de la memoria RAM en la ejecución de aplicaciones o videojuegos es bastante relativa. En primer lugar, resulta primordial disponer de la cantidad requerida por el programa para que funcione adecuadamente. Aun así, una memoria RAM más alta de la que se exige en los requisitos mínimos o recomendados de un software no hará prácticamente ninguna diferencia.

Como hemos dicho antes, la RAM no influye en la velocidad de la computadora, sino en su capacidad de almacenamiento volátil. Esto significa que con llenar esos requisitos de almacenamiento será suficiente, por lo que si usted tiene mucha memoria RAM, pero la PC no la necesita, será un desperdicio.

Donde sí es interesante contar con cantidades cuantiosas de memoria RAM es en las computadoras que serán usadas para múltiples propósitos en simultáneo, ejecutar varias aplicaciones pesadas al mismo tiempo, transmitir en vivo mientras se juega, entre otras actividades parecidas.

Sea como sea, en la mayoría de los casos, la memoria RAM por sí sola no basta para ofrecer el mejor desempeño, especialmente cuando hablamos de programas o videojuegos con una gran exigencia gráfica.

¿Para qué sirve la tarjeta de video?

Lo primero que debe saber es que todas las computadoras tienen una tarjeta gráfica porque resulta fundamental para procesar las imágenes y los datos relacionados con el vídeo. Aquí podemos clasificar este componente en dos categorías: las tarjetas gráficas integradas y las tarjetas gráficas dedicadas.

Una tarjeta de video integrada es la que viene incorporada directamente en el procesador, y normalmente sirve para tareas básicas. Es decir, navegar por internet, ver películas, usar programas de ofimática, entre otros. No obstante, se queda bastante corta para darle un uso intensivo.

A pesar de ello, Intel ha lanzado algunos procesadores con una tarjeta gráfica integrada decente, que equipara a ciertos modelos de la gama de entrada, y lo mismo ocurre con los CPU de AMD.

De todos modos, si usted desea un rendimiento más elevado, o va a ejecutar programas o videojuegos con una gran exigencia gráfica, necesita una tarjeta de video dedicada.

Una tarjeta gráfica dedicada es un componente externo que se instala para ampliar la capacidad de procesamiento gráfico. Por consiguiente, toda la ejecución de instrucciones relacionadas con las imágenes ya no depende exclusivamente del procesador, sino de la tarjeta de video.

¿Influye la tarjeta de video en las aplicaciones?

A diferencia de lo que ocurre con la memoria RAM, una tarjeta gráfica más potente sí tiene incidencia directa en el funcionamiento de cualquier software, siempre y cuando vaya acompañado con el hardware correcto. Y es que por muy potente que sea una tarjeta de video, si no hay buena memoria RAM y un procesador acorde no hará bien su trabajo.

En este sentido, la tarjeta de video toma los datos que vienen del procesador y los transforma en información que sea comprensible en el dispositivo de salida, en este caso el monitor.

Otra de las diferencias de una tarjeta gráfica con una memoria RAM es que existen diferentes categorías. Hay tarjetas de video de gama baja, que sirven sólo para tareas básicas, otras de gama media, para videojuegos y programas de diseño habituales, y las tarjetas de gama alta, pensadas para un uso intensivo.

Es verdad que también existen varias categorías de memoria RAM, sobre todo en frecuencia y latencia, pero la diferencia entre ellas no es claramente perceptible para la mayoría de los usuarios, lo que sí pasa con las tarjetas de video.

La RAM de la tarjeta de video

Otro de los puntos clave que debe conocer es que una tarjeta gráfica también dispone de una memoria de acceso aleatorio. Se le conoce como VRAM, y es la memoria en la que se almacenan los datos relacionados con los gráficos, especialmente las texturas.

Por lo tanto, se libera una gran cantidad de espacio de la memoria RAM principal, y por ello es que hemos dicho que una cantidad excesiva de RAM no hará ninguna diferencia si no se estará utilizando.

Cuanto más elevada sea la VRAM, mayor capacidad tendrá para almacenar los datos relacionados con las imágenes. Aun así, no debe fijarse solamente en la cantidad de VRAM, sino también en su velocidad y la capacidad de procesamiento.

Lo bueno es que la mayoría de las tarjetas gráficas de gama media en adelante ofrecen un buen equilibrio entre rendimiento y capacidad. Y claro, los ejemplares de gama alta aportan lo mejor de lo mejor y están pensados para exprimirse al máximo.

¿Cuál es la mejor configuración de memoria RAM y tarjeta de video?

La calidad, la cantidad y el tipo de componentes apropiados para su computadora dependen estrictamente del uso que le vaya a dar. La mayoría de las máquinas domésticas o de oficinas son bastante sencillas y no requieren ni de mucha memoria RAM ni de una tarjeta de video dedicada.

Si usted no es un usuario de videojuegos ni se dedica al diseño, una computadora con 4GB u 8 GB de memoria RAM y una tarjeta de video integrada es más que suficiente.

Ahora bien, si piensa darle un uso más significativo a su PC, el estándar actual para las computadoras son unos 16 GB, la configuración óptima desde 1080p hasta 4K, el rango de resoluciones que se maneja en la actualidad.

Respecto a la tarjeta de video, también entra en función el uso, porque no es lo mismo crear imágenes o vídeos que jugar videojuegos competitivos. En cuanto a Nvidia, van bien tarjetas gráficas de la serie 50 en adelante, y en AMD de la serie 60 en adelante, aunque es algo que varía mucho según la generación de la tarjeta de video.

No olvide el procesador

Para finalizar, aunque hemos dedicado casi la totalidad de este artículo a hablar sobre la memoria RAM y la tarjeta de video, no hay que pasar por alto el procesador. Recuerde que es el cerebro de la computadora y el que se encarga de ejecutar todas las instrucciones.

Resulta primordial que el procesador sea capaz de ir a la par del resto de los componentes para que no ocurra el temido cuello de botella. De lo contrario, no podrá sacar el máximo provecho a las piezas de su PC.